¿Cómo podía asegurar que no sentía afecto por mi?
Sí cuando me miraba…
Sus ojos, se llenaban de enternecimiento.
Su sonrisa, era la más pura.
Y todo su cuerpo, pronunciaba inconsolablemente que me amaba.
Mientras yo.
Aunque usted no lo sepa…
Sé que de amor me lleno dulcemente.
Y en voz a borbotones me derramo.
Pero talvez no había más opción, que el seguir dándole la razón.
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