Destrozas cada sueño
Y ya no crees en promesas.
Desconfías de quien quiere
pintar tus mañanas,
en mitad de sábanas ajenas.
Huyes de corazones en taquicardia
que juegan a partirte el alma cada invierno,
para no quedarte sin latidos al alba.
Vives y sobrevives
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo…