Aguardan las musas mi encuentro…
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo,
recelosas se sintieron,
baldías, abandonadas.
Ellas que en sus suspiros
emanan palabras dulces
que atrapan en ataúdes
a poetas y escritores.
¿Quieren acaso ocupar
todo mi ser y sentidos
y cerrar a mi destino
la ígnea senda de crear?
Pero solo te escucho a ti, amor.