Será porque tu aura santificada,
la perseguí durante eras, sin prisa y con empeño.
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo.
Será porque te venero como a cada
brisa de sosiego en el desierto.
De por qué fue, yo no sé nada,
pero eres como el agua y yo siempre estoy sediento.