Miro al fondo del vacío te noto perdido
extiendo mi mano en espléndida armonía.

Tu mente desordenada no lo sabía
pero sobre mi sombra te detenías.

Te invade el asombro el desequilibrio
la melancolía y caes a un universo desconocido
el cual para ti se convirtió en olvido.

Así fue porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo…
deshilachando horas reloj
de angustias latentes y permanentes.

Tú tratando de callar la voz del alma
palpando toda herida perceptible
con el paisaje de tu palma.