Las puertas del Alma se abrieron,
y con todas sus galas al Amor recibieron.
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo…
Silente, como bajada del Cielo
a este alegre Planeta
que flota en nuestro Universo,
ardiente, como la llama Eterna…
Dichosos, en el Éter que nos rodea
viviremos este tiempo venturoso y feliz.
En el Cénit, un Firmamento de Estrellas
nos observarán, sin dejar de latir…
¡Al compás de nuestros corazones!