Me bastó con soñarte,
porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo…
Porque faltaba tu luz a mi vida,
te creé para amarte.

Enloquecí en tus brazos
y me perdí en el baile
de tu boca al besarte.

A nadie contaré mi secreto,
porque te hice para mi y disfruté,
de tus caricias, tu pasión y tu cuerpo.
No fue casualidad,
porque fuiste tan fugaz como mío,
hoy eres amor, mi realidad.