¡Se quedará sin leer ese poema!
Nadie escuchará esa canción inventada,
esa rima tan rara, esa pincelada,
que cultivé muchas horas
puliendo sus letras
porque amaba
lo que yo dibujaba.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
Se quedará el poema sin unos ojos
que recorran esos trazos
que yo tracé
como sutiles abrazos.