Todo tras de ti fueron sombras.
Allá en lo oscuro, desgarrada,
una voz aguda te llama a deshoras.
En mi boca desterrada nace y muere tu forma.
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo,
te esculpí de una Luna aciaga,
de la angustia y el desaliento.
Calladas y esquivas, temerosas,
te buscan las sombras desde dentro.
Incapaz de pronunciarte, de invocarte entre las cosas,
hendieron tu rostro en mis huesos.
Allá en lo oscuro, inventada,
te nombra un dolor que no recuerdo.