Abrazo la almohada,
evoco tu risa que me alimenta.
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo
Porque no es fácil pensarte
tirada entre avispas.
Porque renaces cada instante
que te pienso.
Invisible crisálida,
metamorfosis maldita.
Porque no es posible olvidar tu calor
como cálida brisa.
Eterna hoy, eres, linda amiga.
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