Vine aquí a escribir un poema,
que luego quiso ser luz, quiso ser mar y viento
Vine a contar una historia,
algo que pasó en invierno, que descubrí mintiendo
Y sin embargo, jamás me sentí tan vivo,
tan eternamente abierto, expuesto, sediento
sé que de amor me lleno dulcemente
y en voz a borbotones me derramo, enmudezco, me sorprendo
sé que ahora voy dando palos de ciego
sediento de nuevos veranos camuflados en hojas y viento
viento a veces paz, a veces crepitar de fuego
viento que me enseñó que el invierno trae consigo lamentos
tantas veces trajo hambre, tantas trajo sueños
tantas veces me enseñó que los frutos se recogen en el puerto