Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo.
Naufragando en la Palabra,
remando en el Silencio;
amasando con sed y agua
barro de otro tiempo.
Empapando de nostalgia
mariposa de altos vuelos.
Columpiándome en la nada
en frágil vaivén de sueño.
Al amparo de tu barro…
Aprendí a ser alfarero.
Con el paso de los años…
Te recreo y me recreo.