MI CRIATURA
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo,
te vislumbro y te entreveo,
inspirado y eufórico.
¡Oh, criatura mía!
Ya empiezo a crearte
y ninguna meditación puede igualarte.
Manos, mente y alma,
extasiados por tal amalgama,
van a formarte.
Así en este trance,
poco a poco cobras vida
y te manifiestas.