MI VOZ EN TU CUERPO

Podrás retirar la arena atrapada en tus sandalias
y esa tierra seca adherida a tu sombra
tras caminar juntos por la senda.
Podrás limpiar con esmero el hermoso vestido
que esta tarde has lucido en mi presencia,
porque otras ocasiones vendrán, con más amantes.

Pero mi voz, que ha trepado por todas tus costuras
porque te hice de la nada, de la sorpresa y el deseo;
mi voz que ha estremecido todos los bordes de tu cuerpo
no podrás desprenderla de los ojales de tu blusa
ni de la línea secreta de tus labios
porque definitivamente en ellos está
el lugar donde habitan ya mis versos.