Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo,
mujer con paraguas,
que dejas estelas de grises
entre abandonados charcos
que no reflejan el cielo
por los pasos repetidos.
Porque más allá de las calles
allí donde empieza el silencio
se inclina el cereal hacia su ruina
y los topos ciegos
recorren la entrada al Hades:
modelan piruetas en lo oscuro.
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