Aunque la sed de mi alma aquí proclamo
vertiendo mi soledad inclemente
sé que de amor me lleno dulcemente
y en voz a borbotones me derramo
Y si es que a tu recuerdo me encaramo
es porque he de otear furtivamente
nuestro adiós sin que nada lo ornamente
hundiéndome así en proceloso páramo
Náufrago de ti, inerme y al garete
No aloja más destino mi bitácora
que encallar en la arena del olvido
Sólo tu voz desde alto minarete
podrá guiar a este mi sentir que implora
retornar al puerto de lo vivido