Como un vagabundo por Castilla,
mantuve vivo ese recuerdo.

El de los viejos amigos,
poesía,
el de tú y yo y tus seis sonetos.

Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo.

Porque te hicieron a semejanza,
de tu tregua,
de tus doce espejos.

Tú me dejaste en el año uno,
y en el dos empezó nuestro recuerdo.