Manojo de celos o bola de rabia,
Siempre a mi lado te ocultas en mi sombra,
Como un sosia juegas con mi reflejo,
Guardián de mi ira, de mi pasión y vicio.
En un rincón de mi mente tejas tu tela,
Arruinando amor y virtud de mi vida,
Te abrevas de mi terror y pecado,
En tu cara puedo pintar mi retrato.
De silueta te vuelves humana,
Porque te hice de la nada,
Naciste de la codicia y el orgullo,
de la sorpresa y el deseo.