Peregrino del agua
Apenas adivino en la penumbra
el perfil transparente de tu gesto.
Tus ojos enhebrados en la aurora
bordando mariposas en silencio.
Puedo besar tu figura inaccesible
como cactus afilado en el desierto,
adornar tus cabellos con jazmines
y limpiar en la ventana tu reflejo.
Y, sin embargo, apenas te conozco,
puro dolor de mi vientre seco,
porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo.