La negrura de tus ojos esconde un gris profundo
remanso plácido de incertezas
Con misteriosa sonrisa en este mundo
la de alma que navega vacía libre de riquezas
Las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido
Serena indiferencia mientras me acerco soñando
y mezo recuerdos que ya se han ido
Quién te trajera de nuevo a mí
por un beso de verdad
las lágrimas no serían en vano
Juntos hilvanaríamos quién fui
el que clamó y clama con sinceridad:
Padre, yo todavía te amo