Te ofrecí la vida
y tú me regalaste, el sentido de vivirla.
Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo…
porque te llevé en mi vientre,
durante nueve meses
y tejimos por siempre lazos eternos.

Fuiste el nuevo comienzo,
de mi apagada existencia.
Sin saberlo, eres el pedacito de universo,
minúsculo pero mágico…
que inunda de felicidad mi hogar,
tras la larga espera.