Te extrañaba tanto
que en mi recuerdo
tu aroma, tus curvas
y tu espalda bronceada,
vivían esperando mi encuentro

Pero, mi delicia Chilena,
cuánto he dolido
cuando en tu lugar, en mis labios,
salió un grito de desconcierto

Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo
Soñé con una empanada,
no morder un dedo izquierdo