Si me lo preguntas, y espero no lo hagas,
te hubiera gustado ver el brillo de sus ojos,
probar el dulzor de su boca,
sentir la calidez de sus manos.
Extrañas aquellas ilusiones
que daban vida a las mariposas en el estómago,
las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido.
Te hace falta calidez en el corazón,
el sentimiento de querer hacerlo todo aún mejor
para impresionar a aquella persona.
Te hace falta sentir y amar.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.