Ahora cuando asomado a tu mirada
descubro tus ausencias.
Cuando me reconozco en este miedo
que se acuesta entre entre tu espalda
y estas ganas de amarte.
Cuando te siento etérea, en este estar
y estar partiendo.
Adivino las dudas que te asaltan.
Sé que me quieres de algún modo
y sabes que te quiero con el alma.
Acepto que te vayas.
Siempre me quedarás para abrazarte.
Porque te hice de la nada, de la sorpresa y el deseo
y esa imagen de ti no irá contigo si te marchas.