Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo…
allá que te veo aún absorto
entre la bruma advierto tu silueta.
Me sorprendes, aunque no lo crea
queda a una imaginación la pregunta,
¿Serás tú? No quepa la duda mínima,
más, empuja una vil, alocada trastada.
Una distancia corta nos separa
pero, un abismo nos detiene,
obstáculo ingrato que se resiste.
Diviso que extiendes tú la mano
yo, sin pausa, procuro hacer lo mismo,
¡Ah! quede en fría pose el vano intento.