Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
Pero viniste a mi pensar,
Como quien viene así al azar,
Y hace nido en mi azotea.
Aparecer en mi pensar, cuando mi mente no lo ordena,
Crecer desmesurado, pero sin espina,
Amar a plena luz, pero con cadenas,
Gritar al viento, desde la cocina,
Tomar el sol en tu condena,
Abrir la puerta a tu enemigo,
Hacerle té de hierbabuena,
Escuchar sus victorias, seguir su camino,
Sonreir mientras te envenena…