Al pasear por las ciudades,
tomados juntos de la mano.
Admiramos los edificios,
esculturas, fuentes y caños.
Están presentes, nos transmiten,
esa belleza al contemplarlos.
Nuestra mirada se recrea
y reciben grandes halagos.
Es labor de generaciones,
llena de sudor, sin desmayos.
Hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados.