Te escribo y sé que escribo
para que no me leas,
cada letra es un suspiro
en la penumbra del silencio,
donde las palabras se esconden
y los ecos son recuerdos.

Socavas mis pensamientos
como ríos que desgastan piedras,
polvorientos los sueños quedan
en el rincón donde el tiempo se duerme.

Así es la tierra olvidada,
donde los ecos nunca callan
y las almas desveladas palidecen.