Te escribo desde el colchón que sucedía
Bajo el albérchigo desde la tierra fría
Te escribo, te miro y te recuerdo
Te escribo y sé que escribo
Para que no me leas…
Te escribo escondido en las estrellas
donde mis ojos lagrimosos diviso
Donde te halló en los poemas
Que te leía cuando me despedía
En tus sollozos y reías flébil
Sabiendo que te escribía sin escribirte
¡Déjame que te lea!
Y así madre, tus letras no mueran.