Te escribo y sé que escribo para que no me leas,
quiero ser el último “visto” en esta serie de mensajes,
Mi intención ya no caerá más abajo, hasta el olvido,
ni se perderá en el silencio intencionado de tu WhatsApp.
Te escribo y sé que escribo como un acto de revolución,
por esos corazones que se rindieron a obtener su respuesta,
y por la educación olvidada a la primera «notificación silenciada».
Te escribo y sé que escribo pero hoy ya no quiero que me leas;
Este es el último mensaje de nuestros teléfonos que no recibirás,
porque al respeto, se le responde, y yo merezco palabras,
no fantasmas.
Así que, guarda tus «vistos» para quien aún crea en ellos;
yo ya me he despedido en el único idioma que entiendes:
el de la ausencia.