AL ALZHEIMER
¡Madre!, te escribo y sé que escribo,
para que no me leas…
Al que te roba recuerdos
y pinta de oscuro tu memoria.
Al que abraza el vacío,
tejiendo hebras contra todo lo vivido.
Enemigo silencioso…
¡Madre! No borrará de ti el lienzo de tu alma.
Ahora estaré cuando me necesites,
y aunque ya no te acuerdes de quien soy,
yo si me acuerdo de quien eres,
y en ese olvido quede el orgullo,
el mismo que hoy siento por ti.