Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
en las noches solitarias, donde mi mente titubea,
donde las palabras son susurros y se pierden en la niebla.
No luché por tu amor y ahora siento la agonía,
el vacío de tu ausencia es mi única compañía.
Fue más fácil rendirme, no queríamos lo mismo,
nuestros tiempos no coincidían, ese fue mi abismo..
Tomé una decisión y ahora, en soledad,
me pregunto cómo hubiera sido mi vida,
si hubiera elegido contigo… la eternidad.