Blanco papel y noche oscura sin piel.
Sólo destellos de estrellas y astros lejanos.
Densidad en mi mente, plena de ausencias.
Apareces clara y liviana entre nostalgias…
Lunas nuevas nacen con tu mirada.
Imagino abrazos y caricias casi olvidadas.
Y te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
Y aun así te pienso y te siento en cada verso,
en cada surco de amor que recorro con mis dedos.
Y al fin descanso…
Y duermo en tu recuerdo.