Quedo silencio nos divide
con gritos de insatisfacción.
Episodios incomprendidos,
palabras sin ningún valor.
Intentos felices frustrados,
rabia negra en el corazón.
Una mano sin otra mano,
y una voz, falta de otra voz.
«Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…».
Sí, un muro triste nos separa,
rompe el cristal de la ilusión
y la noche, estéril y rara,
con canciones de sinrazón.