Un manto de estrellas
ha caído sobre mi cabeza;
un beso del sol
ha sanado mi dolor.
Tomémonos de las mano,
desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
Ruidoso este silencio,
ha opacado el obsequio.
Agradecido a los caminos
de este amor casi de hermanos,
sin tropiezos ni arrebatos:
es admiración,
es inspiración.