LA ESPERA

Todavía siento el sudor correr
por todo mi cuerpo,
desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
Terminó otra batalla,
la confundire’ en la madeja de mis recuerdos.
Montañas de basura obstruyen las calles,
es suerte, Dios,
siempre logro llenar a mi asistente
de chatarra.
Cierro los ojos, abrazo el saco,
espero a que abran el almacén.