Y aunque peregrinen
las estrellas impasibles
sobre ellos, sondeándolos
desde la eternidad…
Y aunque el mundo gire y gire
en la negrura inescrutable
arrastrándolos a vagabundear
por la Vía Láctea…
Y aunque las criaturas del parque
merodeen su silencio,
acechándolos desde sus pies…
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.