Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…

Los labios de tu amor
guardan el rumor del anhelo,
con el que planté la simiente.

Entre el agua y la sal
el fuego que hace milagros,
el Big Ban de la vida,
descorre el telón de los sueños.

Mi alegría abraza
la inmensidad de tu intemperie.

Viajas en el galeón de Morfeo.
Mientras que los aromas
de la dicha hacen danzas en mi pecho.