Nos encontramos después de tanto tiempo,
después de meses sin atreverme a recorrer estos lugares
que habitas,
que llenas con tu presencia.
Y nada es como he estado imaginando,
soñando y deseando.
Nos encontramos después de tanto tiempo
y reparo en cada detalle.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
Tanto, que ya no vibra. Ya no arde.
Nos miramos y todo el mundo es testigo de mi mayor miedo:
Ya no me quieres.