Y me pregunta el tiempo, ¿A que esperas?
Y me pregunta el espacio, ¿A donde vas?
Y les respondo yo,
desorientado y desubicado,
Cómo queréis que yo sepa,
Lo que ni un Dios ha hayado.
El espacio empuja sus estrellas,
El tiempo se detiene a sus pasos,
desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos
y yo perdido en ella
sigo sin saber quien soy.