Desorbitadamente quieta
Está la noche entre los dos…
en un mundo encantado que con júbilo soñamos de los dos,
Aunque baile con soledad, sin ella he de ver el mar,
Pues refleja cual tus ojos estrellas y sin aquellas seré de ella,
De cadenas que ajenas a los ojos, se sienten en la arena,
De mi caribe que guarda en su bahía plena, lo que el continente en su bahía lleva
La voz de quienes dejaron su dignidad en el fondo del mar al divorciar su dolor de la sal,
Por lo que te pediré que no mientas con silencio forzado en órbitas de mal,

Desorbitadamente quieta
Está la noche entre los dos…
¿Habrá de ser mejor? Dime si la quietud suena a jazz, o suena a mor,
Si es mejor una poesía que entre tus ojos abra tu corazón, sin razón amor.