Verte es mi único anhelo.
Espero mas no huyas al verme.
Pequeña de hermosos ojos verdes.

Te veo llorar en una esquina.
Temor y horror reflejan tus pupilas.
Hacia el espectro que entro en la habitación.

No se si me recuerdes,
ya que me perdí tu existencia.
No se si te acuerdes que te saque del fuego ardiente.

Te miro directamente,
esperando oír un grito de auxilio.
Pero en ves de eso, obtengo un abrazo en medio del exilio.

«Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…»