Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…
esperemos nuevos amaneceres.

¡Amaneceres!
tras la flor del granado guardo
los recuerdos de mis ayeres;
los días que pasé llorando.
los días de felicidad breve.

¡Amaneceres!
Entre los dos viviremos
nuevos días, viejos ayeres
olvidados en noches quietas…
donde se pierden.