Te escribo y sé que escribo
para que no me leas;
Porque es más bello mirar
el nacimiento del musgo;
y contemplar los pájaros
y las gotas de lluvia, que caen
y llenan los cántaros, de nubes
como lágrimas de bruma;
Porque tus ojos de gato
me miran con dulzura;
y Escribes mil y un húmedos
versos… y entonces sé
que vas por la vida, sin leer
lo que yo te escribo