Como el mensaje en la botella
de un náufrago.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
Te escribo y sé que a algún lugar del
universo ha llegado hoy, en una cápsula,
la noticia cósmica de que la especie humana
ha dejado de existir. Te escribo y sé
que todo nace en el mismo lugar
en que la vida se pierde. Te escribo y sé
que el tiempo ha seguido su curso
con la más absoluta indiferencia. Te escribo y sé
que tú y yo… formamos ya parte de la historia.