Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos
Dios trino, tú Camilo y yo.

Esperanza ya en entrega,
nos miramos con fe sincera
y a ambos nos miró Dios.
San Camilo en la colmena
San José con espada plena
pasión y entrega entre los dos.

Yo siempre contigo
viejo celoso amigo.
Cada uno a su modo
mismo destino sonoro.