Te escribo y sé que escribo para que no me leas
Pero te escribo porque a quienes les escribiste tampoco te leyeron
Te escribo porque aún siendo ficción y estando muerto
Te escribo porque aún guardo tu nombre
Se vuelven contra nosotros siempre los hombres
Se vuelven a escuchar el cuento por el que esconden
Lo que son, sin hablar, no tienen donde
Entonces tus margaritas que ya están muertas
En la tierra harán de mi una huerta
Ya que todo lo que se descompone a esta le sirve
Ya que una planta se puede regar hasta con sangre.