Un grito se ahogó en el silencio,
solo la luna lo escuchó.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos,
y lágrimas bañan de pena
el corazón que se rompió.
Cayendo al suelo en mil pedazos
allí para siempre quedó,
mientras ella se marchaba,
mientras ella decía adiós.
Desvaneciéndose en la noche
en la oscuridad se ocultó.
Allí se acabó la historia,
allí se terminó su amor.