Te recuerdo,
y en el recuerdo dibujo a alguien
que solo vivió en aquello que idealizamos,
aquello que pertenece al tiempo pasado.

Te pienso,
y solo pienso en aquello que apenas tuvimos,
aquello que tanto anhelamos
aquello que durante un instante fue un sueño de una noche de verano.

Te escribo y sé que escribo para que no me leas.
Para que mi corazón pese menos.
Para que ese peso pase a las palabras y de las palabras al olvido.

Y mientras te recuerdo, te pienso y te escribo,
dejo atrás una parte de mí que creé de la nada, de la sorpresa y el deseo,
de la necesidad de tener a alguien a quien decir: ‘Te quiero’.