DESAPARECIÓ EL FILIN
Observo indiferente cómo la noche,
me abre su silencio.
De repente, floto su espacio gris
de éxtasis psicógeno,
rodeado de «formas envolventes».
Los árboles, siluetas y sombras estáticas sobre
un lienzo, esbozo de talud en turbia acuarela.
Los sonidos, figuras siseantes, y la brisa,
olas que arrastran recuerdos perfumados
en desnuda juventud, donde tú, no estás presente.
Ha desaparecido el filin, y… Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos… ¡Solo hay silencio!